Así no se asciende

EL Real Zaragoza volvió a pecar este sábado de juego rácano y conformista en el Nou Castalia frente al Castellón, equipo nada parecido al de la primera vuelta, que "no jugando a nada" se llevó un premio de un punto que ni siquiera sus propios jugadores se esperaban.

El partido comenzó algo confuso; los dos equipos no se quisieron adueñar de la posesión de la pelota a la espera de lo que hiciera su rival. Pronto el Real Zaragoza se adueñó del esférico y comenzó a crear tímidas llegadas con algo de peligro. A medida que avanzaba el choque el conjunto aragonés se apoderaba del partido y monopolizaba el juego, por su parte el Castellón (que ha empeorado mucho tras la marcha del técnico Abel Resino) creaba peligro a la contra. Casi al borde del final de la primera parte una buena jugada llevada a cabo por el medio Gabi, acabó en el gol de J.Lopez a pase de Caffa; gol psicológico que en el minuto 45 dejaba "tocado" al Castellón.

Incomprensiblemente el Zaragoza de la segunda parte no fue el mismo, tan solo durante un cuarto de hora - veinte minutos como mucho, después el equipo, falto de ambición, se echó hacia atrás y no mató el partido (la ocasión era idónea para hacerlo). Claro y el que perdona lo acaba pagando; un garrafal error del zaguero Ruben Pulido provovó el penalti que dió lugar al empate local por medio de Ulloa; este gol destrozó la moral de la afición zaragocista (en la cual me incluyo).

La lectura del partido es que una vez más el Zaragoza no supo defender, que tuvo altibajos en su juego, que se echó atrás cuando debió matar el partido (en parte gracias a la "sabia" actitud defensiva del técnico zaragocista Marcelino), y señoras y señores así no se asciende. El conjunto aragonés nada en río revuelto y algo tendrá que cambiar para que esto acabe bien, y es que todo está muy apretado en la zona noble de la clasificación.

Hay que destacar también lo positivo, y es que el Real Zaragoza lleva 7 partidos sin conocer la derrota y eso siempre es esperanzador, la dinámica del equipo (independientemente de su juego) es buena e invita al optimismo.

¡Saludos desde el silencio!